El portfolio te da la posibilidad de
mostrar tu trayectoria laboral de una manera distinta. Para muchos
profesionales, como diseñadores, ilustradoras, fotógrafos y publicistas, es
imprescindible. Pero un portfolio puede adaptarse a cualquier tipo de
profesión, la idea es presentar tu experiencia en imágenes. Haz la prueba y
añade un plus a tu currículum.
Organiza el
contenido
Lo primero es estudiar bien qué vas a mostrar. Como en un currículum, puedes orientarlo a distintos perfiles y tener dos o tres portfolios. Si es una muestra directa de tu trabajo (fotografías, diseños, ilustraciones, montajes…), haz al menos uno con los últimos proyectos, y otro con los proyectos estrella.
Lo primero es estudiar bien qué vas a mostrar. Como en un currículum, puedes orientarlo a distintos perfiles y tener dos o tres portfolios. Si es una muestra directa de tu trabajo (fotografías, diseños, ilustraciones, montajes…), haz al menos uno con los últimos proyectos, y otro con los proyectos estrella.
Si tu trayectoria no tiene nada que ver con la imagen, piensa en la forma de contar tu experiencia de manera visual. Por ejemplo, incluye un gráfico sobre tus principales empleos y destaca la importancia sobre otros trabajos que has realizado. Haz una selección de lo que quieres presentar. No es conveniente aburrir a quien lo va a recibir. El proceso de seleccionar lo más representativo te obliga a resumir y darle un sentido a la colección de imágenes del portfolio. La muestra no debería superar las 10 imágenes; en muchos casos con 5 o 6 será suficiente. Añade algo de texto para orientar al lector, pero no más de 15-20 palabras por imagen. El objetivo es contar tu trayectoria en imágenes. Si el formato que eliges es una presentación de diapositivas, no te olvides de la portada, en la que incluirás tu nombre, un título que represente la intención del conjunto de imágenes y una forma de contacto (tu correo electrónico, por ejemplo).
Dale forma
Nuestra recomendación es que apuestes por un portfolio en línea. A muchos les puede dar pereza abrir un documento adjunto.
Varias plataformas en las que tienes subido tu perfil, como LinkedIn, te dan la oportunidad de añadir el portfolio.También puedes crear un blog con una de las múltiples plantillas de portfolio de WordPress. Es cierto que requiere un poco más de dedicación, pero te da otras muchas ventajas, como la opción de que te comenten las entradas o las compartan en redes sociales.Todos los perfiles sociales que te permitan añadir varias imágenes de cabecera, como Google+, puedes verlos como un miniportfolio. Renuncia a la foto de tu retrato y presenta algo que diga más sobre tu trayectoria.
Empieza a moverlo
Convierte tu portfolio en tu carta de presentación. Compártelo en tus perfiles, añade la dirección en tus datos de contacto y en la firma de tus mensajes. En ocasiones, es más rápido ver unas pocas imágenes que leer un currículum.
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