lunes, 30 de marzo de 2015

Los medios se rinden a los beneficios con la publicidad en vídeos


¿Están los medios de comunicación online perdiendo “el norte” con sus últimas decisiones sobre cómo servir publicidad y cómo conseguir así más ingresos publicitarios en un mercado que no para de contraerse? La pregunta da para mucho debate y los últimos estudios añaden mucha información que puede apuntar a que los medios de comunicación en internet han abusado demasiado de la paciencia de sus lectores y han conseguido que estos tomen medidas drásticas de las que ellos no suelen apreciar.
La publicidad en vídeo online se ha convertido en uno de los grandes puntos de interés de las marcas en los últimos meses. Por una parte, los ratios de consumo de este tipo de contenidos han ido creciendo de forma sostenida y muy llamativa en los últimos meses, lo que consiguió que los vídeos despertasen poderosamente la atención de los responsables de establecer una estrategia publicitaria solvente. El 72% de las agencias de publicidad cree que los anuncios en vídeo online son ya tan eficaces como la televisión. Los vídeos se han convertido en uno de los contenidos más demandados de la red, como demuestra el hecho de que todo el mundo se ha lanzado a crear canales en vídeo o a incluir vídeos entre los contenidos de su web.
Pero, por otra parte y aunque los consumidores son cada vez más abiertos al consumo de contenidos en vídeo (y los reclaman más y más), los vídeos han creado también un problema: los anuncios que los acompañan no siempre están a la altura de la experiencia que los consumidores quieren recibir. El principal problema está sin duda en el abuso. Los vídeos son muy buscados, por lo que todas las marcas quieren asociarse a ellos.
Los vídeos online se han visto sometidos a la dictadura del anuncio pre-roll. Antes de unos cuantos segundos de vídeo online (muchas veces los vídeos no llegan ni siquiera a los minutos), los internautas tienen que asumir el visionado de unos cuantos anuncios (anuncios que a veces duran más que el propio vídeo). Los internautas están incorporando cada vez más tecnologías de adblocker en sus navegadores, herramientas que les salvan de los anuncios en internet.
Según un estudio de Wells Fargo Securities, los consumidores han conseguido desarrollar cierta tolerancia ante los banners, pero no han hecho lo mismo ante los anuncios previos a los vídeos, que resultan mucho más molestos y ante los que tienen una menor tolerancia. Los vídeos de corta duración (que no llegan a los 90 segundos) que van acompañados por muchos anuncios (rondando los 30 segundos de publicidad) son los que generan más indignación.
El vídeo es uno de los espectros con mayor potencial de crecimiento en internet y uno de los que está consiguiendo atraer a más consumidores, con lo que tiene el potencial para convertirse en una solvente fuente de ingresos hoy, mañana y posiblemente también pasado mañana. Pero los medios están cansando al consumidor y haciendo que la publicidad empiece a ser irrelevante y hasta odiosa para ellos. Y ya se sabe: tanto va el cántaro a la fuente, que termina rompiéndose.
Algunos medios están ya intentando crear alternativas a esa situación y han empezado a tomar caminos alternativos. Así, están los medios que empiezan a medir la publicidad que venden con medidas nuevas, como el tiempo de permanencia o atención.
¿Estarán llamados los anuncios en vídeo online a enfrentarse a la misma realidad de aquí a unos años?


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