El “autoconcepto”
o imagen propia no es un concepto nuevo pero está vigente cuando, con cierta
frecuencia, se comenta si la publicidad refleja la sociedad o, en concreto, a
determinados grupos sociales. Pero no
hay que perder de vista que la publicidad sólo a veces es un retrato de la
sociedad, a menudo es una pequeña y retórica crónica que se sirve de fantasías
o aspiraciones de los consumidores.
Además la sociedad, los empleos o las profesiones y los estilos de vida cambian
y la imagen social no está a veces tan definida. Hay que preguntarse, por
ejemplo, si los knowmads, son
suficientemente representativos de una forma de trabajar y vivir, o de ganarse
la vida, y cómo les gusta ser vistos o cómo los ve la sociedad, si sabe que
existe esa clase de profesionales.
Se ha de
reflexionar acerca de si las personas se ven reflejadas en la publicidad, pero
se ha de precisar también si lo idóneo es que se vean de forma lo más objetiva posible, o si la perspectiva,
más matizada por sus fantasías y por sus aspiraciones, es la que se adapta
mejor a esa relación psicológica tan singular que a veces es la clave de la
motivación de consumo. Casos y grados de realismo habrá múltiples y bien
variados, pero dar con la clave en cada categoría de producto y segmento de
mercado no es sino un trabajo muy especializado. Y también lo será convertir
ese conocimiento del mercado en ideas creativas de las de verdad, las que comunican y “venden”.
Se
publican comentarios acerca de estudios como el realizado a propósito de las
madres, las embarazadas y su distancia con respecto a cómo, según ellas, son
tratadas por la publicidad. Para no complicar demasiado la cuestión, hay que
dar por hecho que sí que existe una percepción fiable en ese grupo de
consumidoras, decisoras y, probablemente prescriptoras del mercado de muchos
productos. Si se afirma en la investigación, y afirman ellas, que no se está
tratando correctamente su caso al hacer anuncios, pensemos que será así, pero
probablemente algo así no resulte tan extraño si se indaga en otros roles
sociales y cómo son representados en la publicidad. A veces lo idóneo puede que
sea el retrato sorprendentemente atinado
y realista de una clase de personas. Otras veces lo acertado será un
contrapunto, un retrato menos realista, como una caricatura, que muestra al
modelo y no es el modelo sino otra cosa que, sin embargo, funciona o comunica
lo que quiere comunicar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario