Hace
décadas concebir recursos con las posibilidades de la actual publicidad
“programática”,o el Big data, se
supone que no sería algo común o al
alcance de cualquiera. Tener acceso a segmentaciones de mercado más y más
clarificadoras sí ha sido siempre un objetivo de sentido común, pero la gran cantidad
de información, y su procesamiento rápido y preciso, son otra cosa. Ahora bien,
parece consustancial a la innovación en el marketing y la publicidad, que se
reproduzcan ciertas circunstancias, y hace pensar en los problemas propios del
ámbito comercial como problemas afines a los que Rittle y Weber definieron como
wicked problems o problemas perversos,
retorcidos, incluso super wicked problems
en algunos casos, entendidos como
problemas “endiablados”, más complejos si cabe.
Los wicked problems se han asociado mayormente
a los relacionados con la economía, la política y la sociedad, no son sólo
datos y tecnología lo que hay que
manejar para enfrentar situaciones en las que se reconoce que no se puede
disponer de toda la información, los problemas son únicos en su complejidad y
no se trata únicamente de aplicar recetas alegremente, o bien los propios
afectados son distintos y con intereses también distintos. Se puede considerar
que los interesados y sus propuestas de explicación y solución de esos
problemas tienen una influencia no del todo positiva, ni objetiva ni definitiva,
porque los problemas siguen existiendo, se quiera o no, y se ha de aspirar a
una “solución” algo buena, o menos mala,
pero no cierta o falsa, ni tampoco científica.
Las
estrategias empresariales y los intereses profesionales no son ajenos tampoco a
estas situaciones. Por ejemplo, a la vez que se
reconoce la vigencia y utilidad de la publicidad “programática”, se
reconocen prácticas fraudulentas y obstáculos como los bots o los datos falsos acerca de “tráfico” online o la visión real y efectiva de los mensajes comerciales. Y
el asunto de los “condenados” ad blockers
y la reproducción del forcejeo entre emisor y receptor de los anuncios no es
nada nuevo tampoco, es otro capítulo de un singular y algo guason storytelling de la publicidad, y hay
variedad de perspectivas.
Algunas
reflexiones, ya veremos si apresuradas o no, acerca de si la “análitica de
datos” va a relegar a un segundo plano a
los creativos, muestran una visión, acertada o falsa, pero a tener en cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario