Vivimos
en un entorno cada vez más cambiante, en el que los usuarios quieren
digitalizar lo físico y convertir en físico lo que solo existe en el mundo
digital. La forma de acceder y generar información se está transformando, desde
un entorno “newtoniano”, con número reducido de medios masivos, a un universo insondable
de informadores, en el que no está claro quién es generador y quién consumidor
de información, ya que casi siempre ambos papeles convergen.
Esto genera cambios
profundos en la manera de gestionar la RSE y la comunicación. Los profesionales
de la comunicación pasan de un entorno regido por la planificación y la gestión
de sus impactos, a un mundo en el que no hay horarios, ni ralentización vacacional,
como ocurre en la prensa escrita y donde los costes por impacto tienden a
disminuir. Los profesionales de la RSE, por su parte, tienen en el mundo online
una fuente inagotable de información y de grupos de interés a los que escuchar
(sin ser visto), con los que dialogar (cara a cara), y con los que medir, en
tiempo real, su materialidad.
Una de las ventajas de
internet es que nos da la oportunidad, seamos comunicadores o gestores de la
RSE, de abandonar la bola de cristal, tratando de anticipar qué va a ser relevante
para nuestros públicos objetivo.
Las prioridades temáticas de
la prensa escrita son muy diferentes de las que se observan en internet. Por
otra parte, internet tampoco será la única herramienta de trabajo. El efecto
Gran Hermano, en el que las opiniones de un individuo o un colectivo son
visibles y perennes, puede inhibir a determinados grupos de interés a expresar
sus valoraciones con total libertad o con sinceridad absoluta. Es el caso del
entorno de trabajo está infrarrepresentado en la red a pesar de que es una de
las áreas fundamentales de la RSE y de que el lugar de trabajo es el espacio
donde más horas pasa un empleado al día. Estamos viviendo una revolución de la
información. Los profesionales de la RSE todavía no le han sacado todo el
partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario