La
información también es un producto, una variable del marketing mix de las
empresas editoriales y las corporaciones que gestionan diversos medios de
comunicación. Junto con el tratamiento profesional de los contenidos no hay
duda de que debe haber, y de hecho hay,
un enfoque de marketing. Ya es tarde para creer que esta clase de productos son
perjudicados si existe un enfoque comercial. Sí es cierto que no son casos
excepcionales en cuanto a las exigencias de retorno de la inversión, los
beneficios y los plazos para obtenerlos, o para dejar de perder dinero y poder
empezar a ganarlo.
Se sabe,
desgraciadamente, que la prensa en papel pierde lectores de forma generalizada,
y el Reino Unido no es una excepción, de hecho siguen desapareciendo cabeceras
y algunas históricas, o no tan históricas pero que tenían sus esperanzas. No
está tan claro si, en la denominada sociedad de la información, aumenta la
información de los ciudadanos, o aumentan solamente las posibilidades de
información y de actualización casi instantánea de tal información, algo
sustancial al periodismo. El dinamismo que proporciona la tecnología digital y
el entorno online está a la altura de
la época, y las posibilidades que ofrece pueden considerarse imprescindibles
para el desenvolvimiento de muchas empresas y ciudadanos.
Pero
también se sabe que en información un exceso de “carga” en cuanto a los datos
que se han de percibir y procesar es posible que dificulte, y mucho, su
asimilación. Un buen receptor, lector, espectador, bien informado en cuanto a los contextos en los que se producen
las noticias, tiene más posibilidades de
desechar lo que sobra, pero esa es una situación ideal, se aproxima a algo
parecido a una sabiduría tal y como la entendían los clásicos, saber lo que se
puede ignorar, aunque probablemente no es la referencia para la generalidad de
los “consumidores” de información.
En un
panorama dominado por el retroceso constante de la prensa en papel y la
necesidad de posicionarse en el entorno de la prensa online, se lanza The New Day, parece ser que después de
dos años de estudios y reflexiones acerca del producto, el mercado y sus
posibilidades. Sólo papel, sin versión online
y con un segmento de consumidores concreto al que se dice ofrecer más análisis
de la información que cualquier otra cosa. Es un caso de marketing.
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