En la
generalidad de las explicaciones acerca de los productos turísticos se matiza
que más bien tienen la característica de la intangibilidad y, de hecho, es una
característica más propia de los servicios que de los productos. Nada nuevo al
respecto, pero la generalización también del uso de las redes sociales sí que
viene a influir en cómo se extiende el conocimiento de los destinos, las
ofertas y los servicios turísticos.
Se ha insistido,
precisamente a propósito de las RRSS y el turismo, en que contribuyen y
favorecen la narración personal de historias relacionadas con los viajes, la
transmisión de experiencias e imágenes. Si el storytelling hace tiempo que es un recurso técnico de las marcas,
más antiguo es como forma de comunicación entre viajeros y entre personas que,
sencillamente, se comunican entre ellas, y lo hacen con su particular y
singular retórica, involuntaria posiblemente, pero son hechos ciertos y
habituales.
En definitiva
las RRSS acercan a los potenciales turistas y clientes una oferta por
definición intangible, y en tal sentido, se ha llegado a recomendar el uso de
las redes más visuales, contando con Instagram por supuesto. Por otra parte, y
dado que desde hace ya tiempo “las empresas no tienen donde esconderse”, una
consecuencia más de la extensión del
entorno online y las tramas de comentarios entre usuarios y clientes, estas
realidades han de ser vistas por las empresas como oportunidades de conocer
cómo está la coyuntura de su mercado y cómo es percibida la imagen de marca.
En particular
el turismo parece una actividad “pensada” para el relato más o menos subjetivo
y motivador, y las redes sociales digitalizadas han venido a potenciar esas
tramas de comentarios e influencias que,
no hay que olvidarlo, siempre han existido, pero probablemente ahora
sean más extensas e influyentes. En
cualquier caso, las redes son primero un canal
de comunicación, y no tanto de venta, pero ese orden de cosas, primero
la comunicación y después la venta, tampoco es nuevo. Lo que ocurre es que el
crecimiento de la comunicación y las formas de comunicación es, o parece,
imparable.
Estudios
como los de IAB sólo hacen que
corroborarlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario